Raspberry Pi: definición y usos principales
La informática ha revolucionado por completo la vida en nuestro planeta desde hace cien años. Las primeras máquinas con procesadores primigenios han ido dando paso, década a década, a aparatos cada vez más espectaculares, capaces de pensar más rápido, actuar más rápido y ofrecer innumerables beneficios a aquellos que los utilizan. Solo hay que ver cómo han evolucionado los ordenadores personales o los teléfono móviles en apenas un par de décadas. El mismo terminal móvil que llevamos en el bolsillo tiene ya más potencia que un ordenador personal de hace cinco años. ¿Tendrá fin esta evolución? ¿Hacia dónde nos llevará tanto progreso? Uno podría pensar que la democratización de la tecnología está cada vez más cerca gracias a la expansión de este sector y a la bajada de precios en los componentes. Sin embargo, la verdadera democratización ha llegado de la mano de una fundación sin ánimo de lucro, creada en Reino Unido hace unos años, que trataba de acercar la informática a las aulas de la manera más eficaz.
Fue así como nació Raspeberry Pi, una pequeña placa base que, con su tamaño reducido, incluía todos los componentes principales que un ordenador o una computadora debía llevar en su interior. Su precio era muy económico y además se podía montar y personalizar en casa, a gusto de cada usuario. El proyecto, que nació en 2009 en Gran Bretaña, trataba de estimular el aprendizaje de la informática a través de estas pequeñas computadores con las que uno podía interactuar de manera sencilla. Al ser tan económicas y caber en la palma de la mano eran mucho más sencillas de ubicar en las clases y aulas, donde en aquellos tiempos todavía no había tantos ordenadores o tablets como ahora. El proyecto no se quedó ahí, sino que sirvió como base a los entusiastas de la informática, que gracias al ingenio y a las infinitas posibilidades que ofrece esta placa han ideado todo tipo de sistemas informáticos y tecnológicos basados en ella.